Un grande se va: Carlos Fuentes.

La tristeza natural que me provocó el fallecimiento del escritor Carlos Fuentes, llegó acompañada de un sentimiento de enojo y reproche a los medios de comunicación masiva, por su oportunismo, que desde mi punto de vista representa una explicación del porqué nuestro medio cultural no es lo suficientemente eficaz.

De alguna manera relaciono dos temas fundamentales: la protección civil y la cultura; se habla de ellos en situaciones extremas: cuando los sismos son frecuentes y se convierten en tema noticioso, o bien, en el aspecto de la cultura, cuando un creador célebre y valioso, como en este caso, fallece.

Mientras no sucedan puntos de quiebre informativo, los temas se relegan a un plano terciario, no existe una barra programática en televisión a nivel nacional que los cubra y, por lo tanto, acciones como la prevención, en el caso de la protección civil, y la difusión, en el caso de la cultura, dejan de ser materia de información cotidiana.

Me atrevo a especular un poco sobre el tema, compartiendo con ustedes mi temor de que el nombre de Carlos Fuentes haya sido escuchado por primera vez cuando en los noticieros se habló de su fallecimiento. En cierta medida esto significa un nacimiento, y viéndolo bien, la cobertura informativa de algo ha servido, si es que algún televidente acude a una librería, compra el libro menos caro de Fuentes, lo lee y le gusta. Morir y provocar una reacción de mercado es un éxito póstumo que mucho agradecen los representantes y familiares de los creadores fallecidos. La muerte se convierte entonces en el sello que marca el fin de la existencia de un simple mortal que se convierte en mártir.

De alguna manera podemos culpar a los creadores célebres; su error puede ser el alejamiento consciente de las masas, de los grandes públicos, su culpa bien puede ser la de despreciar a esos sectores y a los medios informativos que los atienden. Bien puede ser su ego, producto de que son sabedores de su mayor capacidad intelectual y, tal vez, una idea errónea de que no los necesitamos tanto como en realidad lo es.

Autosuficientes, algunos creadores pretenden que las grandes audiencias sean las que los busquen y se olvidan de ser ellos quienes oferten sus productos a la par de los consorcios que nos ofrecen telenovelas, deportes, concursos y espectáculos artísticos de baja calidad. Parece ser que no les importa competir en y para el mercado nacional, pues buscan en el extranjero los reflectores y la aceptación que será utilizada como evidencia de prueba de su gran talento.

En estas ceremonias fúnebres de cuerpo presente, siempre escucharemos lo que nos hubiera gustado escuchara el homenajeado en vida. Nunca malas referencias; todos hablan como conocedores de la obra del creador fallecido aunque su ignorancia sobre el tema sea evidenciada por circunstancias inesperadas e inoportunas.

La utilidad social de los personajes inscritos en los altos círculos intelectuales queda en entredicho cuando nacen al morir, cuando son material informativo de carácter oportunista cargado de cierto grado de morbo, cuando su vida y obra son un solemne discurso de ocasión.

Algo que me sorprende, y mucho, es el recurso periodístico consistente en acudir a la toma de opinión de los grandes intelectuales cuando eventos de carácter social o político se debaten en nuestra vida nacional. Esas entrevistas, colmadas de respuestas sabias que plantean escenarios de solución factibles, no hacen más que despertar en mí un serio cuestionamiento: ¿Entonces, por qué no son ellos los que nos gobiernan?

Fuente: http://escarcega.wordpress.com/2012/05/17/carlos-fuentes-1928-2012/

Hábitos Culturales

Hábitos culturales en México Posted on enero 10, 2011 by escarcega En la entrega anterior escribí sobre la Encuesta Nacional de hábitos, prácticas y consumos culturales, que el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) aplicó en todo el país. Adicionalmente a los resultados generales, es posible conocer también resultados parciales por entidad federativa, gracias a un anexo que nos permite conocer sus hábitos culturales en particular. Ante la pregunta sobre el grado de interés en la cultura, las estadísticas nos indican que Colima y Coahuila son las entidades más interesadas y ocupan por lo tanto el primer lugar con un 26.6% de respuestas positivas. En segundo lugar se encuentra Tamaulipas con un 24%, compartiendo el tercer lugar están Michoacán y Jalisco con un 17.9%, en cuarto lugar está Nuevo León con 16%, en quinto lugar está Querétaro con 15%, en sexto lugar Oaxaca y Puebla con 14%, mientras que el séptimo lugar es para Aguascalientes con 13.5%. En la parte inferior de esta tabla de posiciones están: Sonora con 4%, que es el más bajo porcentaje, le sigue Morelos con 5.5%, Baja California con 5.7%, Chihuahua con 7.1%, Sinaloa con 8%, Guanajuato con 8.2% y el Estado de México con 9.8%. Los estados con la más baja calificación son los que obtuvieron el mayor porcentaje de respuestas afirmativas indicando que no tenían nada de interés en la cultura. Estos estados son: Chihuahua con 24.7%, Guanajuato con 21.1%, Baja California con 18.2%, Sinaloa con 18%, Durango con 17.4% y Tabasco con 14%. El análisis de estas estadísticas es sumamente complejo, resultando prácticamente imposible obtener un panorama que refleje la realidad. En lo personal me sorprende la puntuación del estado de Guanajuato, cede del Festival Internacional Cervantino, que ante el panorama cultural nacional podría ser visto con envidia por el presupuesto aplicado a la cultura. Para Guanajuato, concretamente los resultados indican: 8.2% muy interesados en la cultura, 24.4% algo interesados, 38.2% poco interesados, y 21.1% nada interesados. El Distrito Federal, entidad a la que se le atribuye, con razón, un excesivo centralismo cultural, tiene el siguiente comportamiento en la encuesta: 12.9% muy interesados en la cultura, 33.9% algo interesados, 33.5% poco interesados, y 12.9% nada interesados. Oaxaca es un estado con serios problemas de educación, salud, comunicación y economía, sin embargo su comportamiento en la encuesta es satisfactorio al reflejar los siguientes resultados: 14% muy interesados en la cultura, 43% algo interesados, 31% poco interesados, y 10% nada interesados. La utilidad de esta encuesta, como herramienta de toma de decisiones, es prácticamente nula, sin embargo nos ayuda a comprender que no hay una relación directa entre el grado de desarrollo económico y la cultura. La percepción de que el Norte tiene mayor desarrollo cultural debido a la cercanía con los Estados Unidos, se derrumba ante los resultados de la encuesta y refuerza la hipótesis de que el Sur tiene una mejor identidad cultural. Parte del problema cultural tiene que ver con esos dos recursos del hombre contemporáneo: tiempo y dinero. El ejercicio de la cultura requiere de audiencias con suficientes cantidades de estos dos recursos en virtud de que compite con mercados de entretenimiento superficiales y baratos.

Fuente: http://escarcega.wordpress.com/2011/01/10/habitos-culturales-en-mexico/

Revolucionando el arte pastelero: Buddy Balastro

Escrito por: Erick «Puas» Espinosa

El arte y la cultura no deben enfocarse solamente a ciertos aspectos de la sociedad pues también encontramos personajes que buscan innover en ámbitos que muchos consideran ajenos al arte.

Buddy Balastro es uno de los pasteleros más famosos de nuestros tiempos gracias a su programa «Cake Boss», en el cual ha cambiado totalmente el concepto de la decoración de pasteles y ha demostrado que casi todas las formas son posibles de hacer.

NY enpastelada

Con los conocimientos que obtuvo desde chico (es la cuarta generación de su familia que trabaja en esto) su originalidad y su creatividad ha pasado a ser uno de los pasteleros mejor presentados.

Amigos y familiares de Buddy ayudan en los capítulos y demuestran lo que es verdaderamente trabajo en equipo. Cada capitulo presenta un récord para él.

Este pastelero llegó para revolucionar el arte de la pastelería y lo ha logrado; figuras como Miley Cirus o shows de la magnitud de «Sesame Street» han mandado hacer sus pasteles ahí debido a la fastuosidad de sus creaciones.

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Acción poética: las paredes que hablan.

Propios y extraños han notado que la ciudad mexicana de Monterrey está plagada de bardas con mensajes y versos, firmadas por un movimiento que se hace llamar “Acción Poética”. Pero en realidad, pocos saben que esta declaración de amor urbana es la obra de un solo individuo: Armando Alanis, quien lleva 14 años ininterrumpidos asaltando las calles con poemas, esforzándose para que la capital regia sea un paisaje romántico, y para que los ciudadanos encuentren a su paso fugaces momentos de inspiración que despierten de nuevo su sensibilidad dormida.

Texto: Cristina Ávila-Zesatti
Fotos: Gabriel Bojórquez / Erik Muñiz / RodrigoAZC

Dicen –y a veces se siente- que el amor en los tiempos modernos vive una seria crisis… que le falta poesía a nuestra vida; que la vorágine de las grandes ciudades nos ha devorado el romanticismo. Pero para quienes viven en la ciudad mexicana de Monterrey, esto no es totalmente cierto, pues ellos conviven diariamente con la poesía.

Y no es una metáfora, ni hablamos del paisaje bañado por su famoso Cerro de la Silla. No. Literalmente hablando, hace 14 años que un movimiento poético ‘tomó las calles’ de la Sultana del Norte, y le ha dado “alas al amor”.

Este movimiento se llama “Acción Poética”, y Armando Alanis, es ni más ni menos que su fundador y su único ‘miembro activo’: él y sólo él, es el responsable de que, desde 1996 hasta la fecha, las calles, las avenidas y los callejones regiomontanos estén tapizados de frases de amor: frases que invocan su llegada o lloran su despedida.

Quienes visitan Monterrey, no tardarán en notar que, cualquiera que sea su trayecto y cualquiera que sea el rumbo donde se muevan, la ciudad entera está positivamente infectada de bardas con “pequeños mensajes de amor”: frases cortas y precisas, escritas siempre con letras negras sobre un fondo blanco, simulando páginas blancas.

Nadie imaginaría que este paisaje urbano es la obra de un solo hombre, pero así es: hace casi 3 lustros que Armando Alanis se ha dedicado a pintar paredes olvidadas, para transformarlas en luminosos minutos poéticos que el transeúnte disfruta aún en sus momentos más ordinarios. Fugaces instantes de magia que se cuelan en el subconsciente de camino a la oficina, a la escuela, al supermercado… y a veces, quizá, de camino al encuentro con el ser amado.

La poesía: una necesidad para la vida

“Estoy convencido de que si leyéramos más poesía, seríamos mejores personas, más amables, más humanos (…) por eso decidí tomar las calles, hacer que la gente tuviera este encuentro cotidiano que te sale al paso, llevarle la poesía a su vida (…) son mensajes cortos que puedes leer mientras caminas o si vas en coche a 100 km/h, no te quita tiempo, y en cambio, te da vida”

Cada domingo, desde que Armando Alanis tenía 26 años, ha salido puntualmente a las calles de Monterrey a “cazar bardas olvidadas”; a pelear por un espacio para la poesía en medio de ese estruendo publicitario que inunda las grandes urbes, y pintarlo con una frase que no vende nada, pero que obliga a quien lo lee a ponerse a pensar en lo que uno tiene, o en su defecto, en lo que a uno le falta… no afuera, sino adentro, en el corazón y en el alma:

“Me faltas y todo me sobra / Todo principia en tus labios / Sé que existo si me nombras / ¿Y si el adiós fuera el principio de un perpetuo comienzo? / Dile a un taxi que siga tus pensamientos / En la mañana, en la tarde, en la noche: el día es nuestro / Duermo poco, sueño mucho / El corazón es el lugar y el camino / Soy tu mirada que me observa / Volvió a ganar el amor”

Estas son algunas de las frases que Alanis ha escrito en las calles de Monterrey; sólo algunas, porque en estos 14 años de Acción Poética, ha pintado más de 5 mil paredes regiomontanas, con frases tanto suyas como de otros autores, y según dice, su estrategia sigue los mismos principios que los ardides publicitarios: a fuerza de repetición, busca “crear necesidades”; en otras palabras, que la gente precise de la poesía en su vida cotidiana. … Y algo ha logrado.

Licenciado en Administración, Armando en realidad ha sido siempre un poeta, tiene 15 libros publicados, algunos traducidos a otros idiomas. Y aunque más tarde estudió la Maestría en Artes, cuando su alma máter, -la Universidad Autónoma de Nuevo León- se decidió por fin a otorgarle un premio, no lo hizo por sus estudios, sino por su trayectoria en Acción Poética, un recorrido largo que puede leerse día a día en cualquier calle de la capital regia, y que ha acompañado a toda una generación.

“Uno de mis amigos me dijo un día que su hijo de 15 años lleva toda su vida leyendo las poesías de las bardas que pinto, que ha crecido con ellas… yo no había reflexionado en eso, pero es verdad, aunque yo no estoy muy seguro de los efectos que crean mis pintadas en la gente (…) yo lo que quiero es compartir, que la ciudad sea un romance para todos, es como en un diálogo: yo hago que la poesía hable, pero la respuesta es de cada uno”, dice Alanis en entrevista con Corresponsal de Paz.

Y ciertamente, sus efectos no son fácilmente medibles, porque en todo caso la transformación de quien lee a Acción Poética es interna, pero algunas cosas sí son evidentes: los políticos locales ahora le piden permiso o le avisan que van a “despintar” una de sus bardas para las campañas, la gente le escribe para ofrecerle frases o contarle de alguna pared libre, y, en una ciudad tan católica como Monterrey, hasta los sacerdotes hacen referencia a sus versos en los púlpitos, que ya es decir.

Pero lo mejor de todo es quizá esa respuesta individual, personal y silenciosa de quien sonríe, recuerda o suspira cuando sus ojos se encuentran con una frase como: “Existo cuando pienso en ti”.

La poesía se ha vuelto subversiva

Armando Alanis, que hoy tiene 40 años y dos hijos pequeños, comenzó esta “aventura poética” primero imprimiendo versos en papel que repartía por las grandes avenidas de su ciudad natal, a ese proyecto lo llamó “poesía volante”… luego se dedicó a pegar posters con frases en los cajeros automáticos y bautizó estas andanzas como “poesía automática para el usuario”, finalmente, decidió asaltar los espacios públicos de las calles y escribir poesía en las paredes de Monterrey: nacía formalmente “Acción Poética”

“Acción Poética es en realidad el nombre de un movimiento, y se le llama así a cualquier performance que rompe con la rutina cotidiana (…) yo creo firmemente en lo que dijo Octavio Paz: “la poesía debe entrar en acción”, y lo hice porque después de todo, las acciones provocan reacciones, y eso es lo que pretendo: que la gente reaccione a la poesía, a su propia sensibilidad, muchas veces escondida o simplemente dormida”

En sus inicios, los versos de Acción Poética eran largos, todos de autoría propia, y difíciles para una lectura rápida. Con el tiempo, Armando Alanis ha perfeccionado su mensaje: frases o versos de no más de 8 palabras, divididos en dos renglones y escritas siempre con letras negras sobre un fondo blanco.

Alanis también dejó de usar sólo sus poemas y comenzó a esparcir las palabras de otros autores, de cantantes populares, de grandes filósofos, y de la propia gente que le escribe, todo con una única regla: conmover.

“Cada domingo de las 7 a las 11 de la mañana me dedico a la Acción Poética (…) siempre lo he hecho de día, sin esconderme, sin pedir permiso (…) es mi propio asalto a la rutina de la ciudad, en eso me parezco a los grafiteros, pero por lo demás, -y sin demeritarlos- somos muy diferentes”

Alanis es poco conocido en la prensa nacional, aunque muy referido en la prensa regiomontana. Él no es “famoso” en sí mismo, pero sí su obra de Acción Poética, que hoy es parte integral de la fisonomía de Monterrey. Sin embargo, es curioso saber que los primeros reportes periodísticos que de él se escribieron, estaban en la nota roja, con titulares como “los grafiteros se pasan al arte”.

Y a pesar de que el grafiti es hoy un delito tipificado en Nuevo León, los policías que han encontrado ‘in fraganti’ a Armando mientras pinta sus paredes, en lugar de arrestarlo, se alegran de conocer “al autor de esta pacífica obra callejera”; lo dejan seguir y se alejan, felicitándolo.

“En el mejor sentido del término, la poesía siempre ha sido subversiva. Con las palabras puedes hacer la guerra o lograr la paz, su poder es muy grande, y yo creo en ese poder, creo en que cuando dices, escribes o lees cosas hermosas, generas también acciones y reacciones hermosas”

“La poesía no es de quien la escribe, sino de quien la necesita” (El cartero de Neruda)

Dicen –y quizá es verdad- que las palabras tienen poder en sí mismas, y que son la propiedad mágica de quien las piensa. Sin embargo, para Armando Alanis, la verdadera acción no está del lado de quien escribe, sino de quien lee estas frases que él lleva a las paredes regias.

Y puede que tenga razón, pues hoy por hoy, científicos, médicos, psicólogos y hasta los economistas, aceptan sin dudar lo que los poetas siempre han sabido: que las emociones rigen gran parte de nuestra vida, y que una buena salud emocional, no tiene precio.

Por eso el fundador y único miembro activo de este peculiar movimiento, nunca se ha detenido a pensar en temas monetarios. Sus múltiples trabajos como escritor, profesor y gestor de proyectos culturales han sido hasta ahora la única fuente de financiamiento de Acción Poética.

Armando Alanis no sabe cuánto ha invertido en pintura y materiales, sin contar el tiempo destinado a escribir bajo el inclemente clima regiomontano, que el poeta Alfonso Reyes inmortalizó en sus versos “Sol de Monterrey”; una ciudad que puede tocar los 40 grados o temperaturas bajo cero, dependiendo de la época del año.

Pero eso parece no importarle a Armando Alanis; él sólo sabe que la poesía es su vocación y Acción Poética, uno de sus proyectos de vida. En el fondo intuye que “no está solo” en esto, o al menos ya no tanto: tras 14 años de insurgencia poética callejera, hoy los frutos de esta semilla plantada recién comienzan a ser visibles:

“El año pasado un empresario me buscó y me dijo que le encantaba mi trabajo y que quería apoyarme. Yo no sé el precio de lo que hago, así que sólo se me ocurrió pedirle pintura. Me regaló 10 cubetas. Gracias a él, seguí pintando bardas sin tocar mi bolsillo”, cuenta Alanis.

Ese empresario no es el único que se ha fijado en el potencial de lo que Armando ha logrado en el paisaje urbanístico regiomontano. Una cadena local de restaurantes ya le ha pedido permiso para usarla como imagen, y una marca de pinturas quiere hacer una campaña con Acción Poética. Y es que el arte –dicen- sólo se reconoce al paso del tiempo, y Monterrey –parece- ha comenzado a notar sus necesidades poéticas.

Y eso no es todo, pues en la red, cientos de internautas han colgado durante años fotos y frases de este movimiento de un solo hombre poeta. En Facebook, un grupo de admiradores y una aplicación especial con más de 2 mil usuarios, permite obtener “una frase diaria de Acción Poética”.

Ciertamente, el formato de texto corto que usa Alanis se adecúa perfectamente a las nuevas redes sociales como Facebook o Twitter, una posibilidad que si el poeta regiomontano decide usar para “llevar poesía a la realidad virtual”, podría quizá, convertir a este movimiento poético en una bella insurgencia literaria a nivel global… porque a fin de cuentas, y como dice una de sus bardas: “somos las palabras que dicen lo que somos”

Las palabras van de boca en boca. No pueden elegir usuario ni destino

Armando Alanis afirma que si Acción Poética no se ha convertido aún en un “movimiento global” es porque nos falta compromiso interno; fuerza para apropiarse de un sueño como proyecto de vida. Sin embargo, en algunas ciudades de México y el mundo otros han tratado de imitar esta “inspiración callejera”.

Paredes con versos han aparecido en Colombia, España, Argentina y Uruguay, -por lo menos-; mientras que en México la idea se ha imitado en Chihuahua, Hermosillo y Monclova, aunque ninguno de estos intentos ha tenido la constancia suficiente para transformar el paisaje urbano.

“En Monterrey, -cuenta Armando-, tengo seguidores anónimos que ya salen a las calles y pintan versos, y lo mejor de todo: firman como Acción Poética; de hecho, a dos cuadras de mi casa hay bardas con poemas que yo no hice (…) eso me alegra muchísimo, me hace pensar que ‘algo’ por fin se está moviendo”. 

Mira dos veces para ver lo exacto; mira una vez para ver lo hermoso

En 2004, una historia curiosa saltó a la página de los diarios parisinos: un “loco enamorado” estaba pintando con insistencia la palabra “amour” por las calles de la capital francesa. Días después, Jean-Luc Duez, aquel inspirado infractor fue detenido, y confesó a la policía que su asalto a las paredes se debía a que quería volver con su ex novia: los mensajes de amor eran para ella.

Como reprimenda, Duez, un artista desempleado, tuvo que pagar una multa y fue amonestado: se le prohibió todo contacto con su amor perdido. Sin embargo, Jean Luc parecía haber descubierto un nuevo sentido a sus declaraciones de amor callejeras:

“Una tarde una mujer se me acercó mientras pintaba (…) -¿así que es usted el autor de todas esas paredes con la palabra amor?- ella me dio las gracias y me pidió que siguiera escribiendo, porque la hacía feliz”, declaró el autor de esta “acción poética parisina” al diario francés Liberation.

Las paredes hablan con un lenguaje propio

Precisamente en un año que marcó la diferencia en el orden social en diversas partes del mundo, las paredes y muros de París, Francia, sirvieron en aquel inmortal “mayo del 68” como un eficaz medio de comunicación entre los jóvenes que pedían un cambio sustancial en el rumbo político y económico global.Muchas de aquellas frases escritas en las calles, nos llegan hasta hoy como un eco del romanticismo que imperó entre aquella generación de soñadores que pedían “hacer más el amor y menos la guerra”.Pintar paredes con frases subversivas y poéticas era una forma de retar al orden, pero también una forma de “llamar a la acción colectiva” para unirse a aquella revolución de las ideas. Estas son algunos de los mensajes que se grabaron para siempre en nuestra memoria histórica, y que por su fuerza poética, aún son capaces de mover conciencia en nuestros días:»Es necesario explorar sistemáticamente el azar»

«La acción no debe ser una reacción sino una creación»

«Camaradas: proscribamos los aplausos, el espectáculo está en todas partes»

«El que habla del amor destruye el amor»

«La imaginación no es un don, sino el objeto de conquista por excelencia»   

«Prohibido prohibir. La libertad comienza por una prohibición.»

«Cambiar la vida. Transformar la sociedad.»

«Mis deseos son la realidad.»

«La imaginación toma el poder.»

«En los exámenes, responda con preguntas.»

«No puede volver a dormir tranquilo aquel que una vez abrió los ojos.»

«Olvídense de todo lo que han aprendido. Comiencen a soñar.»

«Desabrochen el cerebro tan a menudo como la bragueta.»

«Cuanto más hago el amor, más ganas tengo de hacer la revolución. Cuanto más hago la revolución, más ganas tengo de hacer el amor.»

«Si lo que ven no es extraño, la visión es falsa.»

«Un pensamiento que se estanca es un pensamiento que se pudre.»

«Sean realistas: pidan lo imposible»

Fuentes: http://www.corresponsaldepaz.org/es/Archivo/Reportajes/AccionPoetica/accion-poetica-el-amor-anda-suelto.html

 
 

La pequeñez del individuo. Esculturas siglo XXI

UGO RONDINONE

 

EN TORNO A UNA VISITA AL MUSAC DE LEÓN

Con la creciente proliferación en nuestro país de centros de arte contemporáneo y lo precios en los que éste se desenvuelve pocas veces acudo a una de estas instituciones convencido de que lo que voy a ver merecerá verdaderamente la pena. Pero por desgracia, sólo los museos de primera fila  pueden contar con fondos permanentes de interés e ir, al mismo tiempo, completándolos y ampliando su colección. En cambio, los de segundo y tercer nivel han de conformarse casi siempre con presentar exposiciones temporales, a veces echando mano de lo que haya por ahí.  Pero es sabido que el concepto de arte contemporáneoes muy sufrido y que caben en él desde verdaderas obras de arte hasta insignes muestras del nivel al que puede llegar la estupidez humana. Pocos son los centros artísticos de este tipo que escapan a esta situación y dejo aquí constancia de uno de ellos, el Centro de Arte Contemporaneo de Málaga, que pese a su escaso presupuesto (como me confirmaba hace poco su director) ha logrado articular una programación artística coherente, novedosa y, al mismo tiempo, interesante.

Superior: Ugo Rondinone: «La noche de plomo» (olivos). Inferior: Acceso al MUSAC. León.
Con estas ideas visité hace unos días el MUSAC de León, atraido más por la singularidad del propio edificio que por lo que en él pudiera exponerse. Recordemos que este museo, concebido por el estudio de Luis M. Mansilla y Emilio Tuñón, obtuvo en 2007 el premio de arquitectura contemporánea de la Unión Europea «Mies van der Rohe».
Afirman los responsables del MUSAC en su página Web que «posiblemente no es viable hacer un museo del presente» y, sin embargo, esa es la aspiración manifiesta de este centro cultural que se autodefine como «museo del siglo XXI». ¡Curiosa e interesante contradicción! Pero, ¿logra el museo resolverla? A mi juicio, sólo a medias, porque algunas de las exposiciones que mostraba en días pasados resultan de escaso nivel (como ocurre con la muy irregular y excesiva de «la pintura y la furia», de Jorge Galindo, quien de una sola tacada ha logrado colgar un ingente número de obras en un mismo museo), de ningún nivel (como ocurre con la, digamos, instalación del colectivo danés A Kassen) o, simplemente, no tienen nada que ver con el arte (caso de «las nuevas rutas de la seda» del surcoreano Kyong Park).
 
Sin embargo, el museo alojaba también una muy interesante exposición de Ugo Rondinone, un artista suizo (1964) afincado en Nueva York, donde pude ver alguna obra suya hace poco tiempo. En esta ocasión, y bajo el título de «la noche de plomo» las obras de este artista ocupaban cuatro salas del museo. Tres de ellas atrajeron especialmente mi interés. En la primera encontré seis espectaculares esculturas: unos olivos blancos, junto a la única intromisión de una bombilla de gigantesco tamaño. Una curiosa reflexión sobre el paisaje mediterráneo y una clara llamada de atención sobre un árbol lleno de ancestrales connotaciones en nuestra cultura.Ugo Rondinone: «La noche de plomo». (Izquierda: olivos. Inferior derecha: el firmamento en cuadros).

Más allá, otra sala mostraba cuadros de gran formato, puros abstractos de fondo negro que el pintor había completado con manchas blancas dispersas realizadas con aerosol, a modo de estrellas en el firmamento nocturno, que parecían envolver la escultura de un payaso  tirado en el suelo. Por último, una tercera sala presentaba cinco grandes esculturas realizadas en hormigón con incrustaciones de cantos rodados, cuyas sinuosas formas evocan las producidas por los agentes erosivos naturales y especialmente esos conglomerados de roca que muchas veces encontramos a la orilla del mar.
 
 
 

 

Así pues, las propias raíces de nuestra civilización (simbolizadas en el olivo), la pequeñez del individuo ante el cosmos (con ese payaso abrumado ante el cielo nocturno) y las propias fuerzas de la naturaleza (con esas esculturas a modo de gigantescas rocas naturales) son los elementos esenciales de esta propuesta artística de Ugo Rondinone, cuyo trabajo me ha hecho reconciliarme con los centros artísticos que, como éste del MUSAC, pretenden musealizar el presente, aunque sea, como en este caso, recurriendo a temas ancestrales. En todo caso, y a fin de cuentas, las preocupaciones del arte son siempre las mismas, desde la época de la pintura rupestre, y sólo cambian los formatos. No podría ser de otra manera.
 
 

12:31 La hora de la muerte.

«12:31», es el nombre que el fotógrafo Frank Schrott le dio a su más reciente sesión fotográfica.
Las fotografías muestran el cuerpo de Joseph Paul Jernigan (31 enero 1954-5 agosto 1993). Que era un asesino de Texas, ejecutado por una inyección letal a las 12:31 am. En el año 1981, Jernigan fue condenado a muerte por apuñalar y disparar a un hombre de 75 años de edad, Edward Hale, quien lo descubrió robando un horno de microondas.
Jernigan pasó 12 años en prisión antes de su sentencia final, el indulto fue denegado. Su cadáver fue seccionado y fotografiado para el «Visible Human Project» en la Universidad de Colorado. El cadáver de Jernigan fue vestido con su antigua ropa y se congeló en una mezcla de gelatina y agua con el fin de crear un molde para el corte. La muestra se cortó en el plano axial en intervalos de 1 milímetro. Cada una de las 1.871 rodajas fueron fotografiadas en cámaras analógicas y digitales, produciendo más de 65 gigabytes de datos. Después fe creada una animación con el conjunto de fotografías del cadáver. La animación se reprodujo a pantalla completa en una computadora, que se mueve alrededor con la ayuda de un asistente mientras se fotografiaba en un ambiente oscuro. Las imágenes resultantes son «cuadros luminosos de larga exposicióndel cuerpo entero» que te mostramos a continuación:
 
Sin duda, una interesante forma de fotografiar cadáveres humanos, les mantendremos al tanto de ésta nueva vanguardia en la fotografía.
Todas las fotos pertenecen a Frank Schott.

Tuitcallejero, la red en las calles.

Día con día el mundo virtual se ve cada vez más mezclado con el mundo real. Un claro ejemplo lo podemos encontrar en éste movimiento llamado «#Tuitscallejeros», consiste simplemente en escribir un texto de 140 caracteres o menos y pegarlo en tu lugar favorito de la ciudad.

El movimiento hace referencia a la famosa red social «Twitter», en donde se pueden subir fotos con los tuits creados por los usuarios. «Lo hicimos por la necesidad de comunicarnos directamente con las personas y ante la eficacia que vimos de las movilizaciones en el mundo árabe. Además del uso estratégico de las redes sociales como una forma de llevar a la calle, y a más personas, las cosas que pasan en el mundo virtual» afirman los creadores del tuitcallejero, Mala Calle.

Cualquiera que desee puede hacer un tuitcallejero, la iniciativa está abierta a todo el público, basta con tener un trozo de papel, pegamento y las ganas de «decorar» las calles con tus mensajes. No existe un formato oficial para crear tus mensajes, solamente debes utilizar el hashtag: #Tuitcallejero y listo.

Así que ya lo sabes, ¡toma tu papel y sal a publicar tus ideas en las calles!